Somos muchos los que consideramos cruzar de Tailandia hacia
Myanmar por tierra vía el paso Mae Sot-Myawaddy. Algunos por ahorrarse unos
cuantos bahts, otros por visitar Mawlamyine, Hpa-An, el monte Kyatkiyo y Bago
de una manera más o menos “órganica” –si es que eso existe en Myanmar- y unos
cuantos más por eso de que tomar aviones es para “turistas” y no para “viajeros.”
O tal vez por un poco de todo.
Para cruzar por tierra éste paso es el más viable, ya que la
frontera de Tachilek no te permite adentrarte mucho al país sin tener que tomar
un avión, y la de Mae Sai tiene una situación bastante cambiante.
Si bien es cierto que esta alternativa resulta más barata, toma
bastante más tiempo que tomar un avión y hay que estar preparado para dejar
las comodidades de Tailandia y entrar al mundo surreal e impredecible de
Myanmar.
Nosotros lo hicimos de esta manera y así nos fue ...
Lo primero que te podemos decir es que tomes en cuenta que
el viaje desde Mae Sot toma de 5 a 7 horas efectivas de viaje (sí, bastante más
de lo que dice la guía que todos llevamos) así que si no has salido al medio
día o no cuentas con una reservación de hotel o guesthouse en tu destino en Myanmar, puede ser mejor idea esperar
al próximo día para hacer el cruce.
Desde Mae Sot la opción más económica es tomar un songthaew hacia la frontera. Estos salen
desde las 8am y los puedes tomar unos pasos antes del
mercado. El viaje cuesta 50 bahts por persona y en teoría toma 10 minutos. A
nosotros nos incluyó una parada poco antes de llegar a la
frontera en una oficina de gobierno donde el conductor tiene que conseguir un oficio para
cruzar la frontera. Como en estos países no entendemos nada ni nadie nos entiende nada, no
sabemos bien si esto es algo que tiene que hacer cada viaje, si es solo una vez al
día, o si solo sucede cuando lleva turistas a bordo. Ve tú a saber. Parece muy normal pues los pasajeros thais y burmeses se veían sin problemas. En
fin, una vez que el conductor cuenta con el dichoso oficio continúa el viaje
hacia el puesto de migración de salida de Tailandia.
El tramite en la oficina de migración es muy rápido y
sencillo. Par de sellos, una foto y listo. ¡Ah! y recuerda que necesitas tu tarjeta de entrada al país, pues aquí te la recogerán ... supongo que si no cuentas con ella habrá algún tipo de problema. Una vez que hayas cumplido con la
burocracia, aparecerá el conductor del songthaew
y te volverá a subir para cruzar el puente que pasa por arriba del río que
divide a ambos países.
Ya del otro lado te dejará con tu equipaje en el puesto de
migración de Myanmar, donde igualmente hay que seguir el protocolo de fotos y
sellitos en una oficina mucho menos chic
que su contraparte Thai. Recuerda que todos aquellos que visitan Myanmar
necesitan visa. Esta puede tramitarse vía web aquí si entrarás por algún
aeropuerto; si piensas entrar por tierra hay que hacerlo desde Bangkok.
Ya del otro lado lo primero que tendrás que hacer es cambiar
dinero pues nadie te aceptará dólares o bahts.
Esto lo puedes hacer en los bancos que encontrarás en la calle
principal, no es difícil ubicarlos y te darán un tipo de cambio justo. En
teoría, los chiringuitos de cambio del mercado negro que verás en la calle te
podrían dar un mejor tipo de cambio, aunque lo más probable sea que te estafen.
Así que si acabas de llegar al país, no conoces el tipo de cambio, y tus
habilidades de negociación en burmés son inexistentes, ve a la segura y cambia
lo mínimo en el banco.
Ya con tu fajo de kyats en la bolsa puedes comenzar a
preguntar quién va hacia Mawlamyine o Hpa-An en la fila de taxis blancos que
verás estacionados a la orilla de la calle. El precio que nosotros conseguimos
para que nos llevaran a Mawlamyine fue de 13,000 kyats por persona (más alto
que los 9,000 que mencionaba la guía, pero con el nuevo tipo de cambio en
Myanmar resultan exactamente los mismos 10 dólares). A menos que quieras pagar
bastante más tendrás que esperar a que el conductor consiga suficientes
pasajeros para llenar el auto. Si la cosa no va muy rápido, es posible que se
vayan a buscar al pueblo a ver si se alguien se anima a subirse o ver si
alguien tiene algún envío … contigo y con los demás pasajeros en el auto. Así que es posible que una hora después de que
hayas cerrado el trato con el conductor aún no hayas salido hacia donde
realmente te diriges.
Los autos no son muy cómodos que digamos y la carretera
“nueva” está algo maltratada, así que prepárate para estar rebotando como
pelota de la lotería por las próximas 5 horas. El recorrido no es directo y
puede desviarse a dejar a los pasajeros en cualquier villa a mitad del camino.
Además, el servicio es a la puerta de su casa, por más inaccesible que sea. ¡Ah! Y recuerda que también lleva no sé cuántos encargos y paquetes
–prepárate a que recoja todavía más en el camino- y también van de puerta a puerta.
Por si esto fuera poco, el taxi puede parar para comer, al baño, por gasolina, para comprar cualquier chuchería que se le antoje al conductor o a los
pasajeros a mitad del camino, o por razones que nunca conoceremos. Pero no temais, al final del día y después de no
sé cuántas horas, alcanzareis vuestro destino.
Seguramente no estarás muy acostumbrado a un servicio de
semejante naturaleza, y es posible que en tu país se pudiera armar un escándalo si
sucediera algo así. Pero nunca hay que olvidar que no estamos en nuestro país.
En Myanmar este parece ser el estándar de lo normal; ningún burmés parecía
tener problemas al respecto y se veían más que acostumbrados. Y siempre,
siempre sonrientes. Así que pedir alguna explicación sobre lo que está
sucediendo o exigir cualquier cosa, no es más que en ejercicio de necedad que no te llevará a nada. Aquí no hay "derechos del consumidor" ni nada de esas pavadas.
Pero no queremos que pienses que este viaje es solo
incómodo, tardado y con una calidad de servicio al menos cuestionable. De hecho,
creemos que tiene muchísimo más valor que tomar un avión, y no sólo en cuestión
de dinero. Haciéndole justicia, el viaje es una experiencia inolvidable. Es una
cuestión de querer que sea así y deshacerte de tus prejuicios. Tomarlo te
permitirá conocer el país de una manera divertida e inesperada, y sobre todo te
acercará a una de las cosas más increíbles que Myanmar puede ofrecer a quien lo
visita: su gente.